La Torre de Toblin, con sus dos picos, fue utilizada como observatorio artillero y fue posición clave de la defensa austrohúngara de esta zona durante la Primera Guerra Mundial.La verticalidad de las paredes de este peñón fortificado lo convertía en inexpugnable a un asalto directo.
Desde el Refugio Locatelli, en una media hora llegamos al punto de inicio de la ferrata que discurre por el lado norte de la Torre a través de una chimenea vertical de unos 100 m,que sigue el trazado de la historica via de acceso fuera de tiro que facilitaba el suministro y relevo de la guarnición austrohungara de la cima.
Es tambien conocida como Ferrata delle Scalette, por la cantidad de escaleras que se utilizaron para subir.El descenso, se realiza por la ladera noreste a través del sendero equipado con cable que lleva el nombre del ideador de la ferrata, el Capellán tirolés Hosp.