Las vias ferratas se utilizaron en Dolomitas, a lo largo de la Primera Guerra Mundial, para facilitar el acceso a los puntos estratégicos de las montañas. Si existe una vía representativa de aquella época, es la ferrata Luca Innerkofler, que atraviesa literalmente el monte Paterno de norte a sur. Fue uno de los frentes mas importantes de la guerra en la región, cientos de metros de galerías y numerosos pasajes comunican entre si cavidades excavadas en la roca para su uso como enclaves de artillería y puestos de vigilancia.
El monte Paterno se encuentra situado en el corazón de los Dolomitas orientales, en el Parque natural Tre Cime , y justo al lado de las famosas tres cimas de Lavaredo, símbolo del alpinismo mundial.
Se accede desde el pueblo de Cortina d’Ampezzo por carretera hasta llegar al Refugio Auronzo, desde donde parte una ruta circular a pie que rodea las tres cimas y que nos servirá para acceder al comienzo de la vía ferrata.